Es uno de los trastornos más frecuentes de la lactancia y la niñez. Se presenta al no cerrarse el anillo umbilical. Se hace evidente desde las primeras semanas de vida como un abultamiento que empuja el ombligo hacia arriba.
Su tamaño depende de que tan abierto esta el anillo umbilical. El mayor número de casos cierra espontáneamente. Si esto no sucede se recomienda su reparación entre los 2-3 años. Si no se repara durante la niñez, esta persiste hasta la edad adulta.